Los deportes electrónicos, también conocidos como e-sports, son torneos de videojuegos desarrollados de manera profesional y en la que los participantes reciben algún tipo de premio. Con esta nueva tendencia, nacen los deportistas electrónicos, los participantes de estas competencias, que son elegidos como cualquier otro jugador de alto rendimiento, por sus habilidades superiores a la hora de jugar videojuegos a un nivel profesional. Si bien esta industria no se encuentra regulada en Colombia, como cualquier otra actividad, el derecho es esencial para establecer reglas claras que permitan un desarrollo armónico y la protección de todas las partes involucradas en esta práctica.
La popularidad de los videojuegos y la facilidad para acceder a ellos ha llevado a la proliferación de dispositivos para jugarlos, de modo que han pasado de ser un lujo a un implemento diario en la mayoría de los hogares. Además, el aumento de las recompensas y premios para los ganadores de las competencias ha llevado a un ciclo de retroalimentación positiva en el que se atraen cada vez más personas a jugar videojuegos y ser espectadores de los e-sports, lo que aumenta su audiencia y permite incrementar las recompensas. Este ciclo ha sido uno de los factores clave en el crecimiento exponencial de los e-sports en los últimos años y, por ende, la necesidad de que el derecho establezca normas claras, en las relaciones que se generan entre los diferentes actores involucrados, tales como jugadores, espectadores, patrocinadores, promotores, empresas de videojuegos y otros.
Por tratarse de un negocio en crecimiento, que genera ganancias y que está encaminado a masificarse, es de gran importancia establecer unas reglas claras que, prevengan el acoso y la discriminación, y aseguren la seguridad y bienestar de todos los participantes, que incluso en algunos casos pueden ser menores de edad.
“Los e-sports no son considerados un deporte en Colombia y no cumplen con los criterios establecidos para la vinculación de nuevas competencias en el Sistema Nacional del Deporte, lo anterior lleva a que actualmente en el país se apliquen las normas propias de los torneos, las ligas o de los videojuegos, en conjunto con la legislación general (i.e. legislación mercantil, laboral, de propiedad intelectual, etc. en cuanto sea aplicable al e-sport) para regular la industria.” afirmó Lorenzo Villegas, Socio de Tecnología, Medios & Comunicaciones y Antimonopolios, Competencia & Comercio de CMS Rodríguez-Azuero.
Así las cosas, por tratarse de algo novedoso, con gran potencial de crecimiento, es necesario que, en los torneos de videojuegos, se establezcan reglas claras y justas para garantizar una competición equitativa y transparente. Esto permite aplicar las reglas de manera consistente y evitar futuras controversias que puedan generar potenciales litigios, así como una mala imagen de la industria entre el público general.
“Las formas de cometer infracciones pueden llevar a la imposición de sanciones para estos deportistas y los equipos de los que forman parte, como la colusión entre equipos para acordar el ganador de una competencia o el uso de programas de terceros que tienen algún efecto sobre el videojuego y permiten hacer trampa” continúa Lorenzo Villegas.
El crecimiento exponencial de los videojuegos en Colombia y en el mundo es un fenómeno que no puede ser ignorado. Los datos de la Fibra Movistar Golden League con más de 20.000 visualizaciones muestran el gran potencial que tiene esta industria para llegar a una audiencia cada vez mayor y más diversa. Este crecimiento continuará en el futuro, lo que significa que hay muchas oportunidades para los jugadores, los desarrolladores, inversores, la audiencia y el derecho para crear un ecosistema prospero que beneficie a todos los actores involucrados.