Luego de un 2024 con Samsung sacando ligeramente la ventaja en los televisores OLED gracias a su mejor gama de colores frente a lo mejor de LG, ahora vuelve la batalla entre los WOLED y QD-OLED de los coreanos en un mercado premium donde todavía tienen el monopolio y principal protagonismo, al menos hasta el momento, ya que los chinos asechan y buscan fabricar televisores con esta tecnología para estar presentes en todo.
Teniendo claro este panorama, Samsung y LG han sorprendido a los amantes de las pantallas con sus nuevos modelos para el 2025, y es que si en el año pasado ya brindaban OLEDs con un gran brillo, ahora por fin la sacaron del estadio al llegar a niveles de los mejores Mini LED.
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LG G5, un gran avance reduciendo costes al eliminar la tecnología MLA
Primero tenemos al LG G5, que como principal novedad ahora no incorpora la tecnología MLA de microlentes que potenciaban muchísimo la luz para lograr un mayor brillo, pero que a su vez era muy costosa y desencadenaba en un precio final alto para el consumidor. Bueno, aquí lo tremendo es que al no contar con MLA, además de reducir el coste del producto, esto supone varias ventajas como que el televisor esté ausente de todo tipo de tinte propio del panel, al verse de lado o incluso ligeramente de frente.
A eso se le suma que no causa que el nivel de negro se levante cuando incide la luz sobre la pantalla y que tendremos una impresionante cifra de hasta 2400 nits de brillo en tamaños pequeños de luces, el triple que una LG B4, con una pantalla completa que sobrepasa los 300 nits, 100 nits más que antes, dando como resultado una mejora del 40% frente al G4. Ahora, si quitaron el famoso MLA, ¿cómo consiguen mayor brillo? Bueno, la clave está en que LG reestructuró todo con la llega de un nuevo panel basado en 4 capas, que aumenta el brillo y la cobertura de color del espacio BT2020 con ahora un 80% aproximadamente, y todo, con incluso un menor consumo.
Para entender más este asunto, primero hay que tener claro que el panel sigue siendo W-OLED con la utilización de un subpíxel blanco para generar la luz que, tras pasar por un filtro RGB, generan los tres colores primarios más el blanco, dando como resultado un panel WRGB, habiendo un cambio en la disposición de los subpíxeles que beneficia a una mejor lectura de los textos.
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Ya en cuanto a lo de las capas, antes el panel tenía solo 3 con el llamado sistema de stack de 3 emisores que ahora pasan a ser 4, haciendo que se duplique la capa azul para así aumentar el brillo y la cobertura de color de la pantalla quitando la capa de microlentes y ahorrando costes y consumo. Pasando al tema gaming y fluidez también tendremos cambios, pues la tasa de refresco pasa de los 144 a los 165Hz, un número brutal que al parecer será la nueva tendencia en televisores tope de gama.
Samsung S95F, el rey del brillo en los OLED
Y ahora es el turno para Samsung con su nuevo S95F, que para nada se queda atrás y también mejora las falencias de la generación pasada. Iniciando con el brillo, este llega hasta los 2000 nits para una mejora del 30% respecto al S95D, 400 menos que el pico conseguido por el G5, pero con un haz bajo la manga: la pantalla completa sobrepasa los 400 nits, 100 más que el LG, algo que a la larga lo puede hacer mejor en este apartado al ponerlo a niveles que solo podíamos tener en los mejores Mini LED.
A todo esto se le suma que el brillo viene acompañado del 100% de color al ser un QD-OLED y no tener un subpíxel blanco que diluya el color, así como también llega con más del 90% del espacio de color BT2020, apartado en el que sigue reinando. Otros detalles importantes es que Samsung promete mejoras notables en la electrónica gracias a la IA y el procesador mejorado con ahora 128 redes neuronales, sumado a un mejor manejo de reflejos con la continuidad del revestimiento mate, pero esta vez con un filtro que no levanta tanto el nivel de negro cuando la luz pegue a la pantalla, prometiendo así lo mismo que el G5 para tener una gran experiencia sin defectos en todo tipo de entornos.
Finalmente decir que también tendremos 165Hz de tasa de refresco y un sistema operativo renovado con el nuevo One UI, una deuda que sin duda tenía esta marca para hacerle frente al bien laureado WebOS de LG.
Conclusiones
Y bueno amante de lo tecnológico, como te pudiste dar cuenta los coreanos presentaron muchas mejoras en el mercado premium de las pantallas, y si ya el año pasado la cosa estaba muy igualada entre el S95D y G4, ahora no es muy diferente y seguro la decisión pase por los detalles o el gusto personal.
Toca esperar pruebas y comparativas más a fondo, pero lo cierto es que con todo lo revelado, en el tema brillo y colores Samsung toma la ventaja ligeramente, ya que ofrece mayor brillo a pantalla completa y una cobertura de color BT2020 superior. De resto, ambos comparten muchas similitudes en el tema antirreflejos y novedades en cuanto a procesadores y demás, con la diferencia de que el LG brinda Dolby Vision y Samsung se mantiene con HDR10+. Con este panorama planteado, ¿cuál es tu favorito?
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